De hecho, si somos rigurosos, no podemos pasar sin recordar que las “baterías” de aluminio-aire no son totalmente nuevas, pues ya se venían utilizando en el ámbito militar. Eso sí, lo que ahora se consigue es una mayor vida útil: el electrodo de aire empleado utiliza plata y no deja pasar el CO₂, que era uno de los problemas en estas “baterías”.
Estas “baterías” utilizan pletinas de aluminio en el ánodo, mientras que es el oxígeno del aire el cátodo. El agua también está presente en la química de esta “batería” en el electrólito. Por el momento es necesario rellenar la batería con agua cada 300-320 kilómetros aproximadamente.
Nada de enchufar y recargar: requieren ‘recarga mecánica’
Pero cuidado, estas “baterías” no son perfectas, en el proceso se forma óxido de aluminio hidratado (hidróxido de aluminio) y este finalmente acaba con la utilidad de la “batería”, siendo necesario retirar y sustituir las pletinas de aluminio por otras nuevas, y reciclar las usadas en una planta específica. Tienen una vida de 1.600 km, cada 300 km se recargan con agua, eso viene a ser unas cinco o seis “recargas” (sería mejor decir repostajes), y después de eso ya no se pueden usar más, hay que sustituir parte de la batería. Por tanto podríamos considerarla mejor una pila (muy parecida a una pila de combustible).
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