En Forschung und Technik, filial de BMW especializada en desarrollos de energías alternativas, tecnología y eficiencia, han avanzado sustancialmente con otros expertos en éste campo con un depósito modular (hecho por partes), que optimiza el almacenamiento y reduce el peso respecto al clásico tanque de acero.
Esta hecho de un material compuesto, tiene tecnología aeroespacial y han trabajado otros fabricantes y personal de prestigiosas universidades. Parece que el “invento” promete. Ocupa menos espacio que un depósito cilíndrico y dará más facilidades a los diseñadores para integrarlos en las carrocerías.
La cubierta incluye los sistemas auxiliares, asi que su mantenimiento se simplifica. Según el director de esta empresa, con sólo 10 kilogramos de H₂ líquido se podría alimentar el motor de un futuro vehículo durante 500 kilómetros o más. El coste del proyecto ha sido de 18,7 millones de euros, de los cuales la UE ha financiado 10,7 millones de euros.